Por: Cristian Camilo Posada Marin*
Marhaba! …¡Hola!
Era mi época de estudiante, cuando a finales de la primera década del siglo XXI tuve el deber académico de leer sobre el conflicto árabe-israelí para exponerle a mis demás compañeros. Me senté en una computadora para buscar información sobre este acontecimiento. Hacía no más de 10 años veníamos de un atentado en Estados Unidos a las torres gemelas de Nueva York. En aquel momento, la “noticia” fue generalizar a los árabes como terroristas y para mí eso era una hipótesis que retumbaba en mi cabeza. Con esa idea empecé la búsqueda de literatura especializada y crítica, que me permitió tener una visión más amplia y comprender que los árabes no solo estaban confinados a un lugar en particular de Asia cada vez que hacia mapas para mi clase de sociales en la escuela.
Aquel inicio y la poca información en los libros, en la red y en la TV nacional me iban generando más dudas que respuestas. Por eso, una tarde en la biblioteca tuve la fortuna de encontrar un libro, del cual no recuerdo su nombre, pero que explicaba en detalle los vestuarios y las relaciones de los países árabes con las historias de la biblia. Ese libro relataba a detalle que existía un mundo árabe diverso, pero con una una relación estrecha entre sus costumbres. El África árabe, por ejemplo, era el medio perfecto para desaprender lo que mal se enseñaba, y empezar a pensar a ese continente como diverso en términos sociales, gastronómicos y religiosos. Aprender sobre la historia de los árabes implicó también descubrir y reconocer muchas cosas que nos dejaron, como el álgebra.
Conversatorio a cargo de Asorabe y el Instituto de Cultura Árabe Colombia titulado "Palestina y África: Tejidos que Construyen Historia" en el Museo Histórico de Cartagena de Indias, mayo de 2017.
Asimismo, mi búsqueda por el conocimiento me siguió en mi paso por la universidad, donde pude tener más acceso a información y vincularme como activista en la causa por el reconocimiento de Palestina como un Estado. Descubrí al equipo de fútbol Palestino de Chile y vi documentales sobre la (mal) llamada “primavera árabe”. En ese momento, llegó mi primer choque de ideas personales, pues consideraba que todos los árabes eran musulmanes. En su defecto, después de investigar, comprendí que en la zona del Levante, conformada hoy por diferentes países que en algún momento fueron delimitados por potencias europeas, la interculturalidad era la norma y convivían en armonía cristianos, judíos y musulmanes. He aprendido y sigo leyendo también sobre la resistencia palestina, sobre las diversas corrientes del islam, sobre los sistemas políticos en el mundo árabe, sobre los usos y abusos de la religión, entre otros temas fascinantes que de seguro leerán en otros artículos del Blog.
Obra en collage inspirado en la palabra "salam", que en español traduce paz, producto del taller Shai & Collage del Instituto de Cultura Árabe de Colombia.
Esta búsqueda personal por comprender, aprender, desaprender, de disfrutar y de compartir el conocimiento con los demás es una invitación abierta para que nos atrevamos a eliminar las barreras culturales creadas e impuestas por el mundo occidental. No solo existe Europa y Estados Unidos, podemos enamorarnos también de la diversidad del mundo árabe. Así entonces ha sido mi búsqueda por concientizarme a mi a los demás acerca de una cultura satanizada desde nuestro ‘mundo occidental’.
Una persona con ascendencia palestina me regaló una Kufiya y la porto con amor para contextualizar a las personas sobre los árabes y replicarles lo que aprendo día a día, pues hay muchas enseñanzas por compartir… ¡maa salaamah!
Cristian Camilo Posada Marin es ingeniero electrónico, especialista en docencia y pedagogía, con gusto por la escritura. Guiado por la política del amor y del respeto por los demás.